Brecha digital y Tercera edad



En relación con la diferencia generacional, podemos hablar de la denominada brecha digital generacional, que sería la distancia que separa a los nativos digitales y a los migrantes digitales, es decir, la fractura en el uso y manejo de las tecnologías entre los menores y los mayores de 45 años. De aquí entendemos por nativos digitales a aquellos que nacieron en un mundo en que ya existía Internet principalmente y por migrantes digitales son quienes vivieron en un mundo sin esta herramienta y hoy tienen que adaptarse a esta nueva nueva realidad que está transformando las relaciones sociales, formas de producción, valores sociales...Si esta brecha es grande, podemos imaginar perfectamente la existente entre los nativos digitales y las personas mayores (de 65 años en adelante). Estas personas han vivido contextos sociales e históricos totalmente distintos y han formado sus identidades y  establecido relaciones sociales en base a estos, conllevando lo anterior entre otras cosas a que su visión social, necesidades e intereses sean totalmente distintas y, si nos centramos en una sociedad como la española, a esta edad ya están jubilados y por ejemplo no necesitarán un reciclaje profesional, pero si logramos conectar sus intereses y motivaciones con la tecnología que se los pueda proporcionar, estaremos hablando de un acercamiento a estas tecnologías.

Si queremos disminuir la brecha digital hay que tener en cuenta una serie de factores que nos ayudarán a disminuirla empezando por el concepto de generación. Este en definitiva es una construcción social. Las generaciones van identificándose a medida que, como relaciones sociales que son, permiten ser comprendidas a tráves del tiempo y estas tal y como las ha pensado, representado y vivido la tradición moderna ha desaparecido. Aquella concepción, que entendía la generación como "grupo de edad", como una entidad constituida por un conjunto de individuos que han vivido en el mismo momento una experiencia histórica determinante e irrepetible, obteniendo de ella la propia orientación moral y el sentido de compartir destino común, ya no es capaz de explicar la dinámica social  y la complejidad de las relaciones entre las personas, colectivos y cultura. Hoy, el patrón tiempo, y mucho menos la variable biológica, no es suficiente para carectirizar lo que es y hace una generación.
Por otro lado hay que tener en cuenta que conforman un "grupo" muy heterogéneo, no sólo en cuanto a edad, sino también en cuanto a nivel económico, cultural, social etc. Afortunadamente, en España existen políticas sociales que intentan cubrir las necesidades e intereses de estas personas y que avogan por una vejez activa, siendo esta una etapa de la vida donde es posible seguir adquiriendo nuevos aprendizajes. Y es desde aquí, a mi entender desde donde podemos adoptar la Teoría de la actividad como punto de partida para disminuir la brecha digital y despertar el interés motivador hacia las TIC. Ya que sólo el individuo activo puede sentirse feliz y satisfecho y para que las TIC sean productivas, hay que mostrar su uso y manejo dotándolas de sentido para su realidad y de tiempo para su mejor asimilación. Sabemos que una gran influencia en la actividad de aprendizaje por ejemplo, serán los factores motivacionales de disposición interna e interés de cada uno.